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Liderazgo Energético: La Fuerza Transformadora que Impulsa Equipos hacia el Éxito (o el Fracaso)

En el contexto dinámico de la sociedad actual, nos vemos constantemente desafiados por la necesidad de adaptarnos a cambios rápidos y navegar por corrientes donde las variables no siempre están completamente claras. Es esencial comprender cómo nuestro estilo de liderazgo influye en los equipos, a fin de asistir a nuestros líderes en la adquisición de habilidades adicionales para abordar los desafíos que Jacob Morgan identifica como críticos para el liderazgo en la próxima década: 2030.
El liderazgo energético es un catalizador poderoso en el ámbito empresarial. La capacidad de contagiar energía y entusiasmo define a los líderes energéticos, quienes moldean un entorno positivo y productivo para sus equipos.

Explorando los Tipos de Liderazgo Energético, Daniel Goleman, en su obra «Leadership: The Power of Emotional Intelligence» (2013), identifica dos tipos primordiales de líderes energéticos:

  • Los Conectores Empáticos: Se enfocan en la construcción de relaciones sólidas y en la creación de comunidad. Su destreza radica en escuchar, comprender y generar un ambiente laboral colaborativo y positivo.
  • Los Visionarios Innovadores: Dirigen su atención hacia la creación de un futuro mejor. Su visión clara y propósito firme inspira a otros, invitándolos a creer en sus sueños y trabajar juntos para materializarlos.


El Impacto Positivo del Liderazgo Energético

Estos líderes ejercen un efecto transformador en las organizaciones. Aumentan la moral, productividad, compromiso y satisfacción laboral, forjando un entorno colaborativo y positivo.

Repasemos las 6 habilidades más importantes con las que los líderes deberán enfrentarse:

  1. Adaptabilidad de la Inteligencia Artificial y tecnología: no se puede concebir el liderazgo sin ellas, siendo parte de esta nueva realidad que trae miedos e incertidumbre. El desafío será integrar la IA como valor agregado a la gestión y trabajar con el equipo, miedos y resistencia a la implementación de la misma. Para ello, es clave el contexto y acompañamiento que el líder brinde a su equipo; podemos encontrar polo opuestos: desde una energía que atraiga la curiosidad y las oportunidades a nuevas formas de abordar el trabajo, en cambio aquel líder que no esté convencido, pero sienta la necesidad de hacerlo porque es una normativa de la empresa, creará contextos ambivalentes en donde se hará difícil lidiar con la resistencia del equipo y con la suya propia por más que no esté explícita. En el primer caso, será un líder que atraiga adhesiones para el cambio, por el contrario en el segundo caso tendrá reacciones negativas o contradictorias en relación a los nuevos contextos.

  2. Agilidad frente al cambio: Morgan nos transmite: “el cambio es constante y siempre ha sucedido. Lo diferente de hoy es la velocidad a la que se produce el cambio”. Para ello, se hace realmente necesario desaprender lo aprendido para dar oportunidad al nuevo conocimiento, lo cual es clave para estar a la altura de las circunstancias. Debido a esto, se necesita un liderazgo que acompañe el proceso de incertidumbre, frustración, creación y miedos, valorando el proceso antes que el resultado.

  3. Nuevo panorama de Talentos: además de las habilidades técnicas que se requieran de los profesionales, hay que buscar nuevas formas de evaluar las habilidades de inclusión y diversidad. Es necesario diseñar nuevas formas de atraer, entendiendo las particularidades de cada generación y principalmente de las más nuevas. Es momento de desafiarnos en desaprender las formas de retención y atracción existentes hasta el momento para confeccionar nuevos enfoques de atracción, capacitación y de preparación para las nuevas habilidades del futuro, inclusivas y diversas.

  4. Propósito y significado: es importante crear un sentido de pertenencia en las personas, un propósito que trascienda lo individual sintiéndose parte y que contribuya al propósito general de la empresa. En este punto, se requiere uno de los valores más apreciados en los líderes: integridad, ser coherente en el decir y en el hacer. De esta forma, puede constituirse como ejemplo inspirador para otros, buscar una cercanía genuina sobre los motivadores de los otros y, juntos, alinear objetivos para contribuir al propósito personal y organizacional.

  5. Moralidad, ética y transparencia: este aspecto apunta a contextualizar en la organización el liderazgo vulnerable y transparente. De esta forma se desafían las posiciones jerárquicas y se aproxima a las personas a mantener vínculos abiertos, honestos y por sobre todo, responsables. Esta nueva forma de entender el liderazgo los impulsa a estar activos, expresar su posición, ser transparentes y auténticos en sus relacionamientos. Esto sin duda afianzará la confianza y, por ende, traerá mejores resultados organizacionales.

  6. Globalización: al estar abiertos a la incorporación de un crisol de etnias, los líderes precisan adaptar su estilo a los diferentes desafíos. Entender los contextos globales y las culturas particulares permitirá generar cercanía en vez de imponer un modo de realizar las cosas. Con ese fin, es clave el autoconocimiento del líder para comprender qué características culturales son más afines y que otras son un desafío. A partir de ahí, se deberá realizar un plan de acción que permita abordar los objetivos.


Ahora bien, ¿cuál es la relación de estas habilidades con el liderazgo energético?

Varios estudios demuestran que el acto de estar pensando genera una vibración energética en donde atraemos determinadas realidades. Un pensamiento genera una emoción y estas energías nos mueven a una determinada acción y/o reacción, De esta forma nuestra forma de pensar y sentir genera atracción de personas y situaciones, despertando emociones y pensamientos en los otros. Por ejemplo, los pensamientos negativos, de resistencia y las emociones como frustración, impotencia, miedo y enojo, nos predisponen energéticamente a la retracción, combate o defensividad. Si un líder se identifica con estas características es muy probable que atraiga personas por identificación con actitudes y repela a otras por las mismas. ¿Cómo se imaginan ustedes que será la adaptación de ese equipo?

Sin embargo, sabemos que no siempre hemos sido parte de organizaciones donde el liderazgo impacta positivamente en los equipos. Es más, suele darse un estilo de líder energético negativo, donde lidiar con este tipo de energía suele ser muy desgastante y abrumador.

Los impactos adversos del liderazgo negativo se reflejan en una disminución drástica de la moral, la productividad y el compromiso. Además, pueden surgir conflictos, tensiones y situaciones de acoso laboral que socavan la estabilidad y el bienestar en el entorno de trabajo.

En cambio, si tenemos un líder con flexibilidad a escuchar perspectivas diferentes, agilidad emocional, vulnerabilidad y cercanía en los vínculos, se generarán contextos de apertura al diálogo, de contribución, de expresar las emociones para generar un nuevo motivador y de acompañar. Es una energía que agrupa, sostiene y desarrolla equipos para el cambio

En resumen, la diversidad de energías que caracteriza a cada líder da lugar a una variedad infinita de combinaciones de equipos. Ante este panorama, surge el interrogante: ¿Cuál será el desafío que enfrentarán los líderes del futuro? En un mundo donde las dinámicas cambiantes requieren adaptabilidad y comprensión de las diversas energías en juego, el reto radicará en la capacidad de los líderes para sintonizar con estas variadas frecuencias, fomentar la sinergia entre sus equipos y trazar un camino que inspire el mejor rendimiento en cada miembro. En este contexto, el liderazgo energético se presenta como una herramienta fundamental para guiar a los equipos hacia un futuro lleno de éxito y armonía.


Consejos Prácticos para Potenciar tu Liderazgo Energético

¿Quieres potenciar tu liderazgo? Aquí hay algunas pautas útiles:

  • Cultiva tu inteligencia emocional: Conectar con otros a nivel personal y generar un ambiente positivo empieza por entender y gestionar tus emociones y las de tu equipo.
  • Mantén una actitud positiva y optimista: Enfócate en lo positivo y contagia tu entusiasmo hacia los demás.
  • Desarrolla una visión clara y motivadora: Inspira a tu equipo con una visión convincente y emocionante para el futuro.
  • Muestra pasión y compromiso: Encuentra aquello que te apasione y transfórmalo en tu motor de compromiso laboral.
  • Comunica de manera efectiva: Mejorar tus habilidades comunicativas te permitirá transmitir energía y entusiasmo.
  • Fomenta la empatía y comprensión: Desarrollar empatía hacia tus colaboradores genera un entorno de apoyo y comprensión mutua.
  • Genera confianza y respeto: Crear un ambiente de confianza fomenta la colaboración y la productividad.

Por ello, reconocer señales de comportamiento negativo y buscar apoyo son pasos cruciales para enfrentar esta situación delicada.

Algunos signos reveladores de este liderazgo son el pesimismo, la negatividad persistente y la falta de motivación. Los líderes con este estilo tienden a ser autoritarios, manipuladores e incluso deshonestos en su trato con los demás. Estos comportamientos generan un clima laboral tenso y poco productivo.


El Impacto Positivo del Liderazgo Energético


Y, con toda la info que compartimos, ¿con qué tipo de liderazgo te identificas?

Bibliografía:

Daniel Goleman, «Leadership: The Power of Emotional Intelligence» (2013)

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